Aún siendo los viajes la esencia principal de ésta página web -creada para compartir ciertas andanzas por el mundo del abajo firmante- , de viajes, hace ya tiempo que no escribe uno. Cierto es, que uno ya no viaja como lo solía hacer, con su mochila a la espalda y enlazando trenes, montado en bicicleta, aviones y demás. Aunque no importa, porque recorrer largas distancias no siempre significa viajar. Me gusta pensar que el auténtico viaje es el que se produce dentro de uno mismo. Ya sea viajando a través de un libro como a través de un mapa impreso. Aún así, en los últimos meses sí he gozado de varias escapadas sobre dos ruedas que no pueden faltar durante los meses calurosos del verano.

SUCEDE, SOBRE RUEDAS
Hace unas semanas, como no, volví a montar sobre mi bicicleta -extensión del cuerpo y mente humana con la que avanzar junto con las brisas de aire- y aún teniendo un ruta aproximada en mente, me dejé llevar por sinuosas carreteras. Porque así lo permite esta curiosa forma de desplazarse. Un pequeño viaje de casi 500 kilómetros, ida y vuelta, desde la costa mediterránea hasta mi tierra natal. (Andorra)
Un pequeño periplo por algunas carreteras ya conocidas, a la vez que por nuevos caminos descubiertos a base de golpes de pedal. Nuevos paisajes, muchos metros ascendidos y cuantiosos descensos por puertos de montaña como recompensa. Sin duda una hazaña dura físicamente, aunque altamente gratificante para el cuerpo y la mente.
Con una temperatura máxima de 42 grados, creo que batí mi récord de líquidos ingeridos en las 9 horas que estuve montado durante uno de esos días, el más duro quizás del periplo, para recorrer los algo más de 110Km a través de varios puertos de montaña. Varios litros de agua y una gran cantidad de bebidas enlatadas fueron el combustible para mi delgado cuerpo. 0 emisiones de gases, que es de lo que tanto se habla últimamente. Mínimo impacto medioambiental, gran impacto sentimental para el que recorre largas distancias sobre su máquina de crear sonrisas. Todo el mundo sale ganando, sin duda.
Como punto fuerte del pequeño viaje, a parte de volver a ver a mi hermano y a muchos de mis amigos en el Principado de Andorra claro está, sin duda la noche de acampada en lo alto del puerto de «la Creueta« desde donde disfruté de una perfecta noche estrellada, con lluvia de estrellas incluida, (las Perseidas), es de lo que más gocé. Me desperté sobre las cuatro de la madrugada y observé el cielo nocturno en silencio durante casi dos horas.
Y esos son el tipo de momentos que uno sale a buscar cuando viaja, por lo menos yo. Ya sea para conectar con uno mismo, con el mundo, con las personas que están a nuestra espera en tantos lugares o incluso para conectar con el universo. SER.

ALGUNA REFLEXIÓN MÁS
Recuerdo grandes momentos vividos durante los últimos años de mi vida como si no estuviesen separados por una posición en la linea temporal de mi existencia. (Grandes momentos como aquella no tan lejana noche bajo las estrellas.) Como si fuese ayer, dice la expresión. Y cada uno de ellos son momentos que jamás había imaginado que sucederían. Sorpresas que te da la vida, personas que quizás estaban destinadas a cruzarse en tu camino y puestas de sol con las que nunca habías soñado. Pequeños momentos que se convierten en grandes experiencias porque simplemente uno los vive. Porque se es consciente de que están sucediendo y acaba formando parte de ello. Aunque no siempre es el caso.
Y ahí está la trampa en la que todos somos presa fácil en algún momento. Pasamos de largo de lo que podría ser grandioso, magnifico. Porque uno vive con prisas, ansiando un futuro perpetuamente inalcanzable. Queremos más y más, y como en muchos otros aspectos de nuestras vidas, eso nunca nos satisface. Vivimos en una constante lucha por conseguir algo que no está en el momento presente. Es como intentar llenar una botella cuando esta está agujereada en su base. Jamás se llena por completo.
Afortunadamente, al final uno se da cuenta de que menos es más y aprende a gozar de las pequeñas cosas que siempre han estado ahí para nosotros los mortales.