A vuelo de pájaro está a unos 1100Km, aunque dentro de muchos de nosotros está mucho más cerca. Quizás porque una parte de nosotros se quedó allí durante nuestras visitas mientras que a su vez parte de todo aquello se vino con nosotros. Fès es para nosotros una ciudad especial en la que aprendimos muchas cosas, compartimos buenos momentos con sus gentes, y, queremos pensar, que es una ciudad en la que también dejamos una huella tras nuestro paso.
NUESTRO CONTACTO
Allí vive Kevin (Abdellah), nuestro «contacto» en la ciudad. Nuestro amigo. Él nos dio la bienvenida durante la primavera del 2018 y la del 2019. Nos guió, mostró y enseñó. Sin duda, sin esta gran persona, nada de lo que llevamos a cabo en Marruecos hubiese sido posible.(Véase la página de los proyectos solidarios en 2018 y 2019 para más información)
Desde nuestro paso por aquellas bellas tierras hemos mantenido el contacto regularmente con Kevin, quien siempre nos ha informado de la situación en la ciudad. Sobre el centro de acogida para niñas en el que colaboramos como sobre muchas otras cuestiones. A pesar de la distancia seguimos presentes por algunos de sus callejones llenos de historia, y es que, desde nuestra última visita en 2019, hemos podido seguir colaborando con algunas personas que lo han necesitado. Dejamos -antes de despedirnos de nuestros amigos en mayo de 2019- una cantidad de dinero para que fuese usado según los criterios de Kevin en acciones solidarias en la ciudad. Y así se ha estado haciendo.

LO MÁS RECIENTE
Las últimas nuevas son de hace unos pocos días. «Hemos comprado un total de 35 mochilas con material escolar» -Me contó Kevin a través de mensajería instantánea- «29 de ellas han sido compradas los fondos que dejasteis y las otras 5 las ha comprado nuestra asociación» . Mochilas con material escolar para 35 jóvenes. Una pequeña ayuda que sin duda tendrá buenas repercusiones en todos ellos. Y es que, y como siempre digo, las pequeñas acciones son también grandes acciones. Una pequeña donación, un pequeño gesto, una bolsa con alimentos para alguien que está pidiendo auxilio a las puertas de un supermercado, una sonrisa a un desconocido, un «buenos días» y un «muchas gracias»… Creo que no somos conscientes de hasta qué punto un pequeño gesto puede alterar el curso de la historia de otras personas.
Vivimos en unos tiempos en los que pareciera que la esencia de la humanidad se está degradando poco a poco. Mientras siguen siendo ignoradas las vidas de cientos de miles de personas en muchos países distintos. Aproximadamente 8 millones de personas mueren de hambre al año en nuestro planeta, 3 de ellos son niños, aunque ello no es portada en ningún medio de comunicaciones. Miles de personas siguen atrapadas en las fronteras, siendo maltratadas por las autoridades mientras los gobiernos occidentales hacen oídos sordos. Y todo ello, claro está, no se muestra a través de la caja tonta u cualquier otra arma de destrucción masiva como pueden llegar a ser las redes sociales.
No, todo ello es ignorado. Aunque si uno presta un poco de atención, si uno indaga un poco a través de la red, y sobre todo, si uno está dispuesto a ver y sentir lo que sucede, entonces se da cuenta de lo que hay más allá de lo que nos muestran.
Dicho esto, quizás siendo en vano, animo a todos los que puedan a contribuir con el mundo y su sociedad. Porque éste lo necesita.
Gracias a Kevin por seguir haciendo de este mundo un mundo mejor.
«Lo pequeño es grande»